El Gobierno eliminó el distanciamiento de 1,5 metros que era obligatorio en las aulas universitarias y, de ese modo, autorizó el retorno a la presencialidad plena en el nivel. A partir de ahora, serán las propias universidades, en coordinación con las jurisdicciones, las que definirán los pasos a seguir, ya sin la limitaciones de los protocolos que estaban vigentes.
A través de una resolución, el ministro de Educación Jaime Perczyk derogó una norma con fecha del 8 de agosto de 2020, que impedía la vuelta a la normalidad en las universidades. A partir de la nueva resolución, las instituciones ya no necesitan recibir el aval de Nación para avanzar en mayor presencialidad, aunque todavía necesitan articular con el ministerio de Salud provincial.
Más allá de las decisiones de los gobiernos, las universidades son autónomas. Son ellas las que definen las modalidades de cursada. De cara a lo que resta del segundo cuatrimestre, la idea que prevalece en el sistema universitario es “no romper el contrato académico”. Eso implica que los alumnos que se anotaron asumiendo que el segundo cuatrimestre se cursaría por completo de manera virtual lo terminarán a distancia.
Algunas universidades privadas avanzaron con modalidades mixtas en los últimos meses. La UCA, por ejemplo, instaló cámaras y micrófonos en 275 de sus aulas para ofrecer clases híbridas. Bajo ese formato, en los primeros años y en los últimos de las carreras, una parte del curso asiste de modo presencial y otra parte, al mismo tiempo, concurre a través de videoconferencia.(Infobae)

