James Cameron y su equipo volaron para filmar la muy anticipada secuela del filme épico de ciencia ficción Avatar.
La película se encuentra entre un puñado de producciones que se filmarán en Nueva Zelanda, mientras el país comienza a reanudar las actividades tras contener al coronavirus y mira a su industria cinematográfica para impulsar su economía.
Las fronteras de Nueva Zelanda siguen cerradas a los extranjeros, pero el gobierno otorgó un permiso especial a las 55 personas del equipo que trabaja en la secuela de Avatar para que viajen en un avión rentado.