Entre las razones que sustentan la convocatoria al paro figuran «la falta de respuestas a todos nuestros reclamos», «el colapso del sistema sanitario», «el incumplimiento de los protocolos» y «la convocatoria a presencialidad de docentes con dispensas».
Este lunes, la Ciudad rompió su récord de casos diarios con 3.358 positivos de Covid-19 en las últimas 24 horas, hecho que encendió todas las alarmas en el distrito y en la capacidad de resistencia de un sistema de salud que empieza a sentir la presión de la segunda ola.
En tanto, el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, insistió ayer en la posibilidad de reducir la presencialidad en instituciones o zonas donde la situación lo amerite, pero remarcó que «las escuelas no se cierran».
El llamado de la UTE a suspender las clases presenciales temporalmente se enmarca en el reclamo más generalizado realizado por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) quien solicitó al ministerio de Educación de la Nación y a las carteras educativas provinciales «la suspensión temporal de la presencialidad en aquellos distritos donde el aumento de casos ha sido exponencial en los últimos 14 días».
En un comunicado difundido a través de su sitio web y que luego circuló en las redes sociales por acción de los docentes y trabajadores afiliados, la entidad gremial reclamó «el regreso temporalmente a las actividades a distancia hasta que estén dadas las condiciones óptimas de resguardo sanitario».
El documento de Ctera, entidad gremial de segundo grado de la que forman parte sindicatos docentes de las 24 jurisdicciones del país, advirtió sobre «el aumento de la circulación comunitaria del virus y de las nuevas cepas» de la Covid-19.

