Tres participantes, dos finalistas, un campeón. La recta final de la segunda temporada de Masterchef Celebrity está en su momento más caliente y dio un nuevo paso camino a la consagración. Al empezar la gala, Georgina Barbarossa, Gastón Dalmau y Sol Pérez se disponían a dar todo para llegar a la gran cita del jueves. A la medianoche, el menú ya estaba servido para solo dos comensales. En el medio, pasaron unas cuantas cosas.
La anteúltima tarea para los cocineros era preparar un menú de dos platos salados libres. Para ello, iban a disponer de 70 minutos sin la necesidad de ir al mercado. Los ingredientes principales estaban en dos cajas de las que estaban obligados a usar al menos la proteína. En una, pulpo; en la otra, hígado de pollo. Cada diez minutos, sonaba la chicharra y tenían que alternar en cada una de las estaciones. Y con el correr de la prueba se les sumaría una nueva dificultad: una canasta con nueve productos de precios cuidados, que debían utilizar en su totalidad.
Georgina fue la primera en pasar al frente: “No puedo hablar, estoy como perro en bote”, señaló la actriz, habitualmente locuaz, para graficar sus nervios ante el jurado integrado por Germán Martitegui, Damián Betular y Donato De Santis. Los elogios se los repartieron la presentación del pulpo y la preparación de los alcauciles. Las críticas estuvieron por el exceso de ajo, un producto del que se recomienda su uso cuidadoso, y en el sabor del cous cous calificado como “correcto”. A esta altura de la competencia, casi un aplazo ( Teleshow)

