La inflación interanual de Estados Unidos bajó al 8,5% en julio en gran parte producto de la caída de los precios del gas y la energía, lo que hace creer que los precios sigan descendiendo. El índice de precios al consumidor global del mes quedó en cero, ya que balanceó los costos de los alimentos, los combustibles y el resto de los productos.
Los economistas esperaban que la inflación bajara del 9,1% registrado en junio. Ese mes, los precios en los surtidores superaron los 5 dólares por galón, mientras la invasión rusa de Ucrania sacudía los mercados energéticos mundiales. Pero los precios de la gasolina, el gasóleo y otros servicios públicos cayeron constantemente en julio, ofreciendo un alivio muy necesario a pesar de los continuos costes elevados de los alquileres, los comestibles y el resto.
Wall Street, por su parte, abrió con una alza del 1,4% tras los reportes de inflación de julio en Estados Unidos. El S&P subía 1,53% en la apertura, el Dow Jones 1,31% y Nasdaq lo hacía en 1,90%.
Las familias y las empresas son las que más han notado el alivio en sus facturas de gas y energía. El índice de la gasolina cayó un 7,7% en julio, y el de la energía un 4,6%. Las tarifas aéreas bajaron por segundo mes consecutivo, y los precios de los coches usados también descendieron ligeramente.
Frente a la bajada de los precios de la energía, los alimentos se siguieron encareciendo, el 1,1% en un mes. (infobae)

