La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, ha desgranado un Gobierno marcado por la remodelación prácticamente general de la primera línea, a pesar de que no se prevén grandes cambios políticos en relación a la era de Boris Johnson. En esta etapa de renovación, Truss incorpora como responsable de la cartera de Sanidad a la diputada Thérèse Coffey, que ejercerá también de viceprimera ministra. Así, Coffey, hasta ahora en Trabajo y Pensiones, se convierte en la tercera Secretaria de Salud en pocos meses y reemplaza al ministro interino Steve Barclay.
Coffey, que fue directora de campaña de la nueva primera ministra en las etapas parlamentarias de las elecciones de liderazgo del Partido Conservador de 2022, se tendrá que enfrentar a algunos de los problemas más importantes que padece la sanidad británica en estos momentos, como las listas de espera,las huelgas del personal sanitario y la crisis en los servicios de urgencias y ambulancias. Actualmente hay más de 6,7 millones de personas en lista de espera, casi una de cada ocho personas en Inglaterra.
Ante esta situación, la nueva secretaria de Salud ha desgranado cuáles serán sus prioridades al frente de la cartera sanitaria, que, según la BBC, son “ambulancia, retrasos, atención, médicos y dentistas”. Uno de los desafíos urgentes a los que se enfrenta el Servicio Nacional de Salud británico (NHS) es el de la escasez de profesionales sanitarios. En general, casi uno de cada 10 puestos del sistema sanitario está vacante, y el Reino Unido tiene menos médicos y enfermeras per cápita que muchas otras naciones de Europa occidental después de una década de restricciones presupuestarias.
La situación está empeorando especialmente para los médicos que, debido a un tope en el pago de las pensiones, se enfrentan grandes facturas de impuestos al final de sus carreras, lo que fomenta la jubilación anticipada.

