El fútbol no entiende de idiomas y menos de distancias. Y el sentimiento por un equipo unifica. Tal es así que los 17.050 kilómetros entre Argentina y Bangladesh por un momento parecieron ser un par de cuadras. Sí, es que el país del sur de Asia que limita con India y Birmania, celebró la clasificación de la Albiceleste como un logro propio.
Las imágenes se viralizaron en cuestión de segundos e impacta. Los goles de Alexis Mac Allister y Julián Álvarez, que marcaron el triunfo 2 a 0 contra Polonia, generaron un entusiasmo muy grande, que provocó la euforia colectiva en la madrugada del lejano estado asiático. Eso lo volvió aún más sorprendente: sucedió a la madrugada y en un día de semana. Fiesta total.
La multitudinaria fiesta, que surgió de forma improvisada y en el Dhaka University, se dio por la implementación de pantallas gigantes en la vía pública para seguir las acciones entre argentinos y polacos.
Con camisetas, en su gran mayoría con el nombre de Lionel Messi, vuvuzelas y banderas; parte de una jornada inolvidable para los fanáticos promete repetir una convocatoria aún más grande en el duelo de los octavos de final, en la que Argentina enfrentará a Australia, por un lugar en cuartos frente al vencedor de la llave entre Estados Unidos y Países Bajos.
¿De dónde viene el fanatismo?
Su equipo nacional ocupa el puesto 192 en el ránking FIFA y no logró el pasaje al torneo FIFA celebrado en Medio Oriente. Además de esta ausencia, el fanatismo por la Albiceleste radica por la colonización de las tierras por parte de Inglaterra, siendo los argentinos casi rivales de los británicos por la guerra en las Islas Malvinas. Desde México 1986, certamen en el que Diego Maradona brilló frente a los ingleses, que en Bangladesh alientan con locura en cada Mundial al país sudamericano. ( Ole)