Luego de su renunciamiento a la candidatura como Presidente de la Nación, Mauricio Macri también se refirió a la situación de Boca, el club al que lideró en una exitosa gestión entre fines de 1995 y diciembre de 2007. Y, aun cuando después no volvió a ser el máximo dirigente del Xeneize, siempre estuvo cerca de la política interna del club; de hecho, luego apoyó la llegada de Daniel Angelici, a cargo de la entidad entre 2011 y 2019.
Eso sí: el ciclo vinculado a la gestión de Macri terminó con la salida de Angelici y la llegada de Jorge Amor Ameal, acompañado por Juan Román Riquelme. El hoy vicepresidente segundo de Boca tuvo su gran etapa como jugador precisamente con Macri como titular de la entidad, pero hoy están en veredas opuestas. Y la mira está en las elecciones que se realizarán en diciembre próximo.
En declaraciones en La Cornisa, por LN+, Macri habló del presente de Boca y fue contundente contra Riquelme, con quien está distanciado desde hace mucho tiempo. En este sentido, expresó que está preocupado “porque lo que está pasando [en Boca] es todo lo contrario a lo que digo, que no hay que hacer personalismo”.
Y fue más incisivo al agregar: “Boca se transformó en un personalismo de alguien que yo traje al club dos veces. Le reconozco todo lo que hay que reconocer como jugador, que era increíble, y que me honra haberlo traído de Argentinos Juniors y después de vuelta del Villarreal, cuando ganamos esa Libertadores [en 2007] que fue su mejor momento. Pero esa forma de conducción prepotente, arbitraria y autoritaria no sirve”.
Macri, que además es presidente de la Fundación FIFA y tiene un vínculo cercano con el titular de la entidad que rige el fútbol mundial, Gianni Infantino, aseguró que no tiene “la fantasía de volver” a ocupar un cargo en el club xeneize. Pero sí continúa involucrado en la política de la institución, y en este sentido apoya la postulación de Andrés Ibarra, exministro de Modernización de la Nación, para las elecciones de diciembre.