La renuncia de Fabián Doman agravó más aún una crisis institucional que afecta lo deportivo y que parece no tener fin. Ayer, después de que aparecieran pintadas que amenazaban con «balas para todos» si los jugadores del Rojo no ganaban el clásico del domingo con Racing, a las tres y media de la tarde el ex conductor de Intratables y Nosotros a la mañana decidió renunciar a la presidencia del club de Avellaneda: «Fuel el modo que encontré para que todo el mundo supiera que faltaban recurso«, argumentó. «Yo fui a Independiente porque nadie iba», sumó. «Nunca recibí amenazas de Moyano», aclaró.
«Mi familia no lo sabía, entre el domingo y el lunes recibí, a través de mi teléfono celular, muchísimas amenazas. Han dejado su número, estamos trabajando con el doctor (Fernando) Burlando, me han pedido autoridades de seguridad las copias y poder hace la denuncia», contó Doman anoche a las 12 la noche cuando decidió dejar el off the record y y llamó a TyC Sports para aclarar la situación.
Aunque Doman aclaró que su paso al costado no tuvo que ver con que estuviera amedrentado: «Decir que la renuncia fue por las amenazas sería un acto demagógico de mi parte, soy cero demagógico, renuncié en una carta extensa en un mundo en que nadie lee. Sí pero fueron muchas causas, una multicausa, algunos ataques que hubo sobre mí en los últimos días muy raros y particulares en redes o algunos medios de comunicación, se veían los mismos textos en tuits y en radio, iguales…», enumeró el exdirigente sobre sus motivos, y volvió sobre las intimidaciones: «Tengo familia, hijos, pareja, y se enteraron por la tele, y no soy el único dirigente que las recibió»
Esta mañana, Doman habló en DSports Radio, aclaró que no recibió amenazas de Hugo Moyano y, a pesar de ser el presidente, denunció que el club «no tenía un plan económico». «Nunca sentí que el Pro haya entrado a Independiente», dijo el periodista que además reveló que pudo pagar los sueldos gracias a un crédito que le otorgó el kirchnerista Carlos Heller desde el Banco Credicop, por gestión de Cristian Ritondo.
«Yo dije que se nos podía perdonar equivocarnos en lo futbolístico pero no en lo económico», dijo esta mañana. Y anoche analizó cómo se manejó la danza de nombres de los entrenadores: «No fueron bien llevados, no lo manejamos bien. Cuando vas a sacar un técnico tenés que tener al técnico nuevo guardado en el bolsillo. Por una cuestión de ética, que parece no hay que tener, tenés que hablar con otro técnico cuando el que está en funciones puede cambiar».