La ola de inseguridad que golpea a trabajadores de líneas de colectivos no da tregua. Al triple ataque ocurrido entre la noche del martes y la madrugada del miércoles en distintos puntos del conurbano bonaerense, se sumaron ahora otros tres violentos episodios: dos choferes fueron asaltados mientras realizaban su recorrido en el partido de La Matanza mientras que un inspector fue apuñalado por un pasajero en una parada ubicada en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires.
Los primeros hechos ocurrieron ayer en horas de la madrugada en la localidad matancera de Isidro Casanova. Allí, dos choferes de la línea 172 y varios pasajeros fueron asaltados por delincuentes, lo que derivó en un paro que afectó a siete líneas de colectivos. Todo pasó en las inmediaciones del asentamiento Puerta de Hierro, sobre avenida Crovara y Colonia, cerca de la estación Villegas.
De acuerdo con lo que trascendió, primero un delincuente abordó el interno 208 para robarle a los pasajeros y al chofer, identificado como César Rojas. Apenas entró al coche, el ladrón exhibió un arma de fuego pero sin imaginarse, se encontró con la resistencia de los propios usuarios del servicio. Al ver que el asalto no sería algo sencillo, el delincuente optó por bajarse del colectivo sin lograr lo que tenía planificado.
Pero su intención era otra y no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente. Una vez en la calle, y junto a un cómplice, el mismo asaltante se subió a otro colectivo de la misma línea que iba detrás, el interno 210, donde sí logró sustraerle de sus pertenencias bajo amenazas con armas al chofer y dos pasajeros. El colectivero fue golpeado en la cabeza.
“Me levantó la mano como un pasajero normal, le paré porque lo vi bien vestido y había una garita de policía enfrente. Subió y me apuntó con el fierro en la cabeza. Me robó todo, eran dos, uno me da una piña en la cabeza, cerca del ojo”, afirmó Pablo Coliciseano, el chofer víctima del segundo robo, en diálogo con TN.
En ese sentido, el conductor relató que tocó la bocina del colectivo para dar aviso a la garita policial pero que de su interior “no salió nadie”. ”Esto pasa todos los días. Te roban ahí, cruzan a la villa y van a comprar droga. A mi otro compañero le gatillaron en la cabeza, hoy a la mañana en el mismo lugar”, indicó.