Se fue Osvaldo Piro, bandoneonista, compositor, director, porteño inspirado. Un pedazo de la historia del tango. Deja un enorme legado que no cabe en un texto como éste aunque bien pueden mencionarse un par de hitos. “Azulnoche” y “Octubre”, tal vez sus obras más celebradas -el video que abre esta nota así lo refleja- no solo figuran entre las composiciones más celebradas del tango contemporáneo, sino que condensan una madurez y una sensibilidad enormes. Y alcanzaron una dimensión singular gracias al talento orquestal de un artista que supo dialogar con la tradición y, al mismo tiempo, imprimirle un sello personal e inconfundible.
La figura de Osvaldo Piro se destaca no solo por su destreza interpretativa, sino también por la calidad y belleza de una obra que, aunque no extensa, ha dejado una huella profunda en la música popular argentina del siglo XX y extiende su influencia e impacto en estos tiempos.