Varias ciudades de Brasil atraviesan una compleja situación por una serie de intoxicaciones con bebidas alcohólicas adulteradas, que los especialistas advierten que pueden dejar terribles secuelas o, incluso, resultar mortales. Este sábado 4 de octubre, las autoridades informaron 195 casos registrados de intoxicación con metanol, un químico industrial extremadamente tóxico. El Ministerio de Salud ya confirmó un fallecimiento, y otras doce muertes están siendo analizadas.
De acuerdo al reporte oficial, 8 de cada 10 casos sucedieron en Sao Paulo, el estado más poblado y rico del país; pero también hubo episodios de intoxicación en Brasilia y otros seis estados. Según la prensa local, ya hay víctimas en coma y una mujer perdió la vista tras tomar tragos con vodka. Al conocerse estas noticias, los brasileños evitan bebidas destiladas como whisky, gin o cachaça, el elemento clave de la caipirinha.
Todavía se desconoce el origen del alcohol adulterado, pero la policía federal declaró esta semana que rastrea una posible relación con el crimen organizado. Por su parte, Alexandre Padilha, ministro de Salud, aconsejó no tomar bebidas blancas. Además, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva implementó una “sala de situación” donde se aplica etanol farmacéutico, el antídoto al metanol. Las autoridades también están buscando donantes y proveedores internacionales de fomepizol, otro antídoto que actualmente no se puede adquirir en Brasil.