upy, la última elefanta que quedaba en el Ecoparque porteño, murió en el Santuario de Elefantes de Brasil, ubicado en Chapada dos Guimarães, estado de Mato Grosso, a 176 días de haber sido trasladada desde Buenos Aires. La noticia fue confirmada por la organización Global Sanctuary for Elephants (GSF), que informó en un comunicado: “Con profundo pesar compartimos la noticia de que Pupy falleció anoche”.
La institución detalló que, en los últimos días, la elefanta había presentado problemas gastrointestinales intermitentes. “Tenía antecedentes de cólicos, así que sabíamos que esto era posible, pero incluso en sus días más difíciles seguía comiendo, y encontramos una combinación de medicamentos que parecía hacerla sentir cómoda. Su apetito había mejorado y estaba volviendo a la normalidad. Ayer su apetito volvió a disminuir y, a primera hora de la tarde, cuando defecó, expulsó alrededor de un kilo y medio de piedras negras que no son de esta zona. Desde ese momento todo cambió. Pupy se veía más débil, estaba un poco más distante con las personas y, en general, algo se sentía distinto”, explicó el equipo del santuario.
La elefanta fue asistida durante toda la jornada. “A la hora de la comida nocturna, Pupy parecía algo inestable sobre sus patas. Scott Blais, director y cofundador del santuario, se acercó para darle agua y, en ese momento, sus patas cedieron y cayó al suelo. Kenya, la otra elefanta africana que vive en el lugar, se mostró inmediatamente preocupada, pero permitió que el equipo la trasladara al corral contiguo, desde donde observó, a unos veinte metros, mientras intentaban asistirla. La doctora Trish, veterinaria que permanece en el santuario por seis semanas, comenzó a atenderla, pero Pupy falleció en cuestión de minutos. Luego abrieron el portón para que Kenya pudiera acercarse a su amiga. Aunque al principio dudó en tocarla, después se tranquilizó y pasó la noche a su lado”, detallaron.

La organización señaló que “esta es una de las partes más difíciles del santuario. En el santuario recibimos elefantes mayores que han pasado décadas sin una dieta adecuada, sin atención veterinaria y sin ningún tipo de cuidado en sus patas, que son fundamentales para su salud. Confiamos en que el refugio y el cuidado personalizado puedan aliviar algunos de esos problemas físicos y les permitan disfrutar aspectos de la vida de un elefante que les fueron arrebatados cuando eran muy jóvenes. Pero también sabemos que los efectos del cautiverio son profundos y, a veces, imposibles de revertir”.
Pupy había llegado al santuario el 18 de abril de 2025, luego de un viaje terrestre de cinco días y más de 2700 kilómetros desde el Ecoparque porteño. La Subsecretaría de Ambiente de la Ciudad informó entonces que “la última elefanta que quedaba en el Ecoparque, una elefanta africana de 35 años, llegó al Santuario de Elefantes ubicado en Chapadas Dos Guimarães, Mato Grosso, en perfecto estado de salud y luego de cinco días de viaje. El trayecto se realizó por tierra y contó con un protocolo especialmente adaptado al bienestar de Pupy, que no necesitó sedantes”.