El subclado K de la gripe A (H3N2) ya cruza la frontera del Ecuador en Sudamérica. Se reportaron los primeros casos en países que atraviesan esa línea imaginaria del planisferio, Perú y Colombia, pocos días después de su identificación -el último viernes- en México. Todo indica que la chance de que llegue al Cono Sur y a la Argentina en particular es sólo cuestión de tiempo.
En Bolivia activaron los mecanismos de vigilancia epidemiológica tras reportar los primeros casos sospechosos del patógeno. Investigan una muerte en el departamento de Santa Cruz, vinculada a una viajera de 26 años procedente de Japón. Además, mantienen bajo observación a seis personas en Cochabamba que dieron positivo para influenza A (H3N2) y se espera la confirmación del linaje específico K.
En este contexto, en algunas provincias argentinas ya empiezan a «abrir el paraguas» sobre lo que pueda pasar con el nuevo patógeno, que precisamente por ser nuevo evade aunque parcialmente la inmunidad adquirida. El ministro de Salud Pública de Corrientes, Emilio Lanari, pidió en las últimas horas a la población reforzar los esquemas de vacunación, sobre todo en los grupos de riesgo.
Clarín consultó al Instituto Malbrán, que hace análisis genómicos de virus y bacterias, para saber si está en curso algún tipo de operativo especial para identificar lo antes posible al virus cuando se haga presente en el país, a partir del eventual contagio de viajeros que provengan de lugares en los que el subclado K ya circula.
Fuentes de ese centro de referencia confirmaron que «la variante K no se ha detectado hasta el momento en el país. Actualmente se encuentra en proceso de secuenciación muestras de H3N2 recibidas en diciembre». Agregaron el 12 de diciembre hicieron una comunicación para fortalecer la vigilancia y que «los laboratorios de la red nacional disponen de capacidad para identificar, reportar y derivar los casos de forma regular en un sistema de vigilancia consolidado en las 24 jurisdicciones».
Según detallaron desde el Malbrán, «en 2025 circuló casi exclusivamente influenza A (H1N1), en más del 99 por ciento de las muestras». Según los últimos reportes oficiales de vacunación de 2025 contra la gripe en Argentina, la cobertura había alcanzado poco más del 50 por ciento en niños de hasta 2 años años y algo más del 40 por ciento en mayores de 65, En embarazadas rondaba también el 50 por ciento y en el personal de salud, el 80 por ciento.
El Ministerio de Salud de la Nación informó en el último Boletín Epidemiológico que “a pesar de las diferencias antigénicas observadas en el subclado K de A (H3N2), los datos preliminares de efectividad vacunal muestran que la protección contra hospitalizaciones se mantiene en niveles similares a temporadas previas (≈70–75% en niños y 30–40% en adultos)”.

