el oficialismo consiguió aprobar en general el proyecto de Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota considerable: la oposición le volteó un capítulo entero -el XI- con el que Javier Milei pretendía, principalmente, derogar la ley de discapacidad y el financiamiento universitario.
La media sanción, amputada en una de sus partes fundamentales, será girada al Senado para su sanción definitiva. El rechazo al capítulo XI fue una catástrofe, admitieron los libertarios. El impacto fue tal que, en las horas posteriores, comenzó a circular incluso la hipótesis de un veto presidencial al Presupuesto.

El revés se dio después de la aprobación en general del texto, que se consiguió con el apoyo del interbloque Pro-UCR y los gobernadores peronistas alineados con la Casa Rosada: Raúl Jalil (Catamarca), Gustavo Sáenz (Salta), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Hugo Passalacqua (Misiones) y Marcelo Orrego (San Juan). Reunieron 132 votos afirmativos, 97 rechazos y 19 abstenciones, en su mayoría del bloque Provincias Unidas.
Para garantizar esta mayoría, el oficialismo negoció de manera frenética, y hasta la medianoche, con gobernadores y bloques aliados, a los que buscó retribuir con distintas concesiones a cambio de su apoyo.

Pero el mayor escollo estuvo en la votación en particular de todos los artículos del proyecto oficial, cuya salvaguarda el Gobierno no tuvo nunca garantizada. El más polémico, el 75, proponía derogar las leyes de financiamiento universitario y de emergencia en Discapacidad. El Gobierno ya había suspendido la vigencia de ambas normas pese a que ambas cámaras del Congreso rechazaron el veto que les impuso el Presidente.
A sabiendas de que el artículo podía ser rechazado, el jefe del bloque oficialista Gabriel Bornoroni propuso que la votación en particular del proyecto se realice por capítulo -y no por artículo- para intentar diluir la ofensiva. Ganó la pulseada con los aliados, pero al caer la tarde volvieron a sonar las alarmas: algunos aliados, decididos a hacer valer su voto a un oficialismo urgido, anticiparon que no votarían el capítulo XI, donde estaba el artículo en disputa.

