Gisele Bündchen optó por mantener en absoluta reserva su reciente boda con el instructor de jiu-jitsu Joaquim Valente, celebrada en Surfside, Florida, el 3 de diciembre, según revelaron fuentes cercanas al entorno de la pareja a People.
La modelo brasileña organizó una ceremonia íntima y reducida, con solo sus familiares más cercanos. Una fuente en Miami subrayó al medio que ella no deseaba compartir el evento fuera de su círculo íntimo.
“Gisele está cansada de toda la atención sobre su vida privada, pero ambos están muy felices de estar juntos y, como padres recientes, eso era lo que deseaban”, afirmó el informante en diálogo con la citada revista.
Y agregó: “Son mejores amigos y tienen mucho en común, están entusiasmados con todo esto”.
La ceremonia tuvo lugar meses después de la llegada del hijo en común de la pareja. Otro allegado a Bündchen explicó People: “Después del nacimiento del bebé, casarse se sintió como algo natural. No fue por presión externa ni por expectativas ajenas. Fue una decisión orientada a razones personales y familiares. Ella está muy, muy feliz”.
El vínculo amoroso entre la ex ángel de Victoria’s Secret y Valente se fue consolidando con el tiempo, después de una larga amistad.
Gisele Bündchen reside actualmente en Miami con sus hijos Benjamin, de 16 años, y Vivian, de 13, fruto de su relación anterior con el exjugador de fútbol americano Tom Brady.
Según las fuentes consultadas por People, la vida de la modelo en Florida ofrece un entorno más manejable y sereno.
“Su vida está llena de sus hijos, su familia y el trabajo, pero ahora es más llevadera. Se siente satisfecha en su ambiente”, señaló. “Está feliz de volver a estar casada y de dedicarse a la maternidad, rodeada de un clima envidiable”.

