A las 20.00 de Miami, 2.00 AM de Israel -domingo 14 de abril-, Milei ya sabía que se habían interceptado 330 misiles y dronesdisparados por orden de Teherán desde Irán, Siria, Irak, Líbano y Yemen. Ese informe al Presidente también aseguraba que Israel junto a la colaboración de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN habían actuado en simultáneo -a lo largo de Medio Oriente- para bloquear la llegada de los drones y misiles al territorio israelí.
Cerca de la medianoche en Miami, el jefe de Estado también conocía que el primer ataque de Irán no sería a fondo, si se evalúa el potencial bélico de su arsenal distribuido en determinados países de la región (Líbano, Siria, Irak y Yemen, por ejemplo). Y que ese acotado movimiento ofensivo podría seguir con una ola más agresiva -cientos de drones, misiles e incursiones terrestres desde la Frontera Norte-, si Israel replicaba con un ataque sobre Irán.