Alberto Fernández confirmó hoy que en el contexto de las ajetreadas negociaciones finales con el FMI en la búsqueda de un acuerdo, su gobierno impulsa la derogación de las jubilaciones “especiales de privilegio” para diplomáticos y miembros del Poder Judicial.
“De lo que se habla es de los regímenes especiales de privilegio, donde básicamente están los embajadores y jueces. Algo hicimos con los jueces, pero deberíamos avanzar más. Lo mismo con los embajadores”, afirmó el Presidente en un breve audio enviado a radio El Destape. “No es el tema de los docentes”, agregó el Presidente, en respuesta a una nota de Clarín en el que se incluía a las jubilaciones de docentes y personal universitario en la discusión fina con el FMI.
En su edición de ayer, LA NACION anticipó que las jubilaciones de los jueces, en especial los de la Corte Suprema con quien la Casa Rosada está en abierto conflicto, están en la mira del Gobierno. Se sumaría ahora un nuevo contrapunto con la familia diplomática, en el contexto de una política “multilateralista” que despierta críticas y apoyos en parecidas proporciones.
Un rato después de las declaraciones del Presidente, fue el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien amplió sobre la estrategia del Gobierno en relación a las jubilaciones. “No habrá ninguna reforma jubilatoria. Nuestro Gobierno siempre va a cuidar y trabajar para mejorar el salario de nuestros jubilados y jubiladas. Se mantendrá la fórmula de movilidad sancionada en 2020, sosteniendo los derechos que fortalecimos con esa ley”, escribió el ministro a cargo de la negociación con el FMI. “Asimismo, y en la misma línea, se realizará un estudio focalizado en los regímenes especiales alcanzados por la Ley 27.546, que analice opciones y recomendaciones para fortalecer la equidad y la sostenibilidad a largo plazo de nuestro sistema previsional”, detalló el ministro. ( La Nación)

