Apple lo llama el mayor rediseño de la historia. A partir de este otoño, iOS, macOS, iPadOS y WatchOS se unificarán por primera vez bajo un único paradigma de diseño: lo que Apple llama Liquid Glass.
Presentado esta semana en la Conferencia Mundial de Desarrolladores (WWDC), Liquid Glass es una nueva versión muy articulada de iOS y su software, lanzada intencionalmente con paridad de características para no generar confusión y dejar a cientos de millones de clientes con dudas sobre cómo usar sus teléfonos. En el futuro, es una incógnita. Es un marco de experiencia de usuario (UX) que puede ser tan ambicioso como Apple decida ser.
¿Qué es el vidrio líquido?
La idea básica de Liquid Glass es la siguiente: en lugar de las ventanas y barras de menú opacas a las que nos hemos acostumbrado durante años, los productos de Apple se integrarán mediante una interfaz amorfa similar al cristal. Todo, desde el dock de apps en iOS y macOS, los controles de reproducción/pausa de Apple Music y la barra de URL en Safari, hasta los dígitos de gran tamaño que indican la hora en el teléfono y los widgets del escritorio, tendrá cierto nivel de claridad.
La actualización más evidente se presenta en forma de una nueva lupa y un control deslizante, que ahora parecen salir de la pantalla y doblar el texto y las imágenes como una gota de agua. La mayoría de las demás actualizaciones son más sutiles. Al girar el teléfono en la mano, los nuevos iconos de las aplicaciones de cristal parecen iluminarse en los bordes.