En la final, el equipo nacional derrotó 3-2 a Japón, el único equipo que le había ganado a la Selección en el Grupo A.
Lo ocurrido este domingo en República Checa no tiene parangón en la historia: la Selección Nacional masculina de sóftbol se consagró campeona mundial.
A puro dramatismo, dio vuelta la final contra Japón, el único equipo que le había ganado en el Grupo A, y se llevó el partido por 3-2. El festejo fue emocionante para un equipo que dio cátedra en la competencia.