A partir de hoy la alícuota del impuesto PAIS retornará del 17,5% al 7,5% que regía hasta la llegada de Javier Milei a la presidencia para la importación de todos los bienes y servicios, y el Gobierno apuesta a que esta medida, como otras que viene tomando, ayude a bajar el nivel de precios y a profundizar el sendero de desinflación, pero señala que “la velocidad y magnitud con la que eso se traduzca depende del sector privado”.
Fuentes de Economía dijeron que “el sector público está haciendo todo lo posible para incentivar esas decisiones de baja de precios” con medidas que apuntan a disminuir costos, como la baja del impuesto PAIS, la eliminación de las retenciones de IVA y ganancias a los pagos con medios electrónicos, la desburocratización vinculada a los reglamentos técnicos, la baja de aranceles [de importación], la eliminación de trámites burocráticos innecesarios y la simplificación como en el caso de la yerba y el vino”.
Pero subrayan que “los precios los fija el sector privado y no el sector público, con lo cual es difícil hacer una proyección, pero todas las medidas que se han venido tomando apuntan tanto a bajar el nivel de precios como a profundizar el sendero de desinflación”, afirmaron sobre el impacto de la reducción del impuesto PAIS.
En tanto, Gabriel Caamaño, socio gerente de la consultora Ledesma, dijo que la rebaja de la alícuota impacta en los precios de bienes con alto componente importado, pero señaló que puede darse el caso de que el efecto se retrase hasta que se produzca todo un nuevo proceso de importación y que la baja de precio de un insumo importado puede no trasladarse al valor de venta final porque se está operando sin márgenes. Más allá de esto, opinó que “probablemente esto ayude a consolidar la desinflación aunque no necesariamente genere una deflación”.