El padre e hijo que dispararon contra una multitud que celebraba la festividad judía de Janucá en una popular playa de Sídney el domingo probablemente actuaron motivados “por la ideología” del grupo jihadista Estado Islámico (EI, o ISIS en inglés), aseguró este martes el primer ministro australiano, Anthony Albanese, mientras investigan un reciente viaje de ambos a Filipinas que podría estar vinculado con su radicalización.
Los sospechosos son un padre, identificado por la policía como Sajid Akram, de 50 años, y su hijo, Naveed Akram, de 24. El mayor fue abatido a tiros, y su hijo se encuentra en estado crítico en el hospital tras recibir también un disparo.
El ataque fue el peor tiroteo masivo en Australia en casi 30 años y está siendo investigado como un acto “terrorista” impulsado por el “antisemitismo”.
Albanese dio una de las primeras pistas sobre las motivaciones del ataque este martes, al afirmar que el dúo se había radicalizado por una “ideología de odio”.
“Al parecer, esto estuvo motivado por la ideología del Estado Islámico”, declaró el primer ministro a la cadena australiana ABC, tras una conferencia de prensa de autoridades políticas y policiales en la que se confirmó por primera vez la hipótesis sobre la ideología de los sospechosos.
“Los primeros indicios apuntan a un ataque terrorista inspirado por Estado Islámico, presuntamente cometido por un padre y su hijo”, dijo en rueda de prensa la comisaria de la Policía Federal australiana Krissy Barrett. “Estas son las presuntas acciones de quienes se han alineado con una organización terrorista, no con una religión”.
“Con el auge del ISIS hace ya más de una década, el mundo ha estado lidiando con el extremismo y esta ideología de odio”, afirmó Albanese en otra entrevista usando uno de los acrónimos del Estado Islámico.
Mal Lanyon, comisario de policía del estado de Nueva Gales del Sur, confirmó además que en un vehículo retirado de la escena, registrado a nombre de Naveed Akram, había explosivos improvisados y dos banderas de ISIS hechas a mano.
Viaje a Filipinas
Mientras las autoridades se enfrentan a crecientes preguntas sobre si se podría haber hecho más para frustrar el ataque, ahora una pregunta clave clave es si se reunieron con extremistas islámicos durante un viaje a Filipinas el mes pasado.
La policía australiana dijo el martes que ambos hombres habían viajado a Filipinas el mes pasado y que se estaba investigando el motivo del viaje. Los responsables de inmigración filipinos dijeron que ambos viajaron a Manila y de allí a Davao, en Mindanao, el 1° de noviembre y se marcharon el 28 de noviembre, pocas semanas antes del tiroteo de Bondi.
El padre viajó con pasaporte indio, mientras que el hijo lo hizo con pasaporte australiano, según las autoridades.

“Las razones por las que fueron a Filipinas, el propósito de ese viaje y los lugares que visitaron están siendo investigados en este momento”, dijo Lanyon a los periodistas el martes.
Redes vinculadas a Estado Islámico operan en Filipinas y han ejercido cierta influencia en el sur del país. Grupos de insurgentes separatistas musulmanes, incluyendo Abu Sayyaf en el sur de Filipinas, expresaron en su día su apoyo a Estado Islámico y en el pasado han recibido a un pequeño número de combatientes extranjeros de Asia, Oriente Medio y Europa.
En los últimos años se han reducido a células debilitadas que operan en el sur de la isla de Mindanao, lejos de la escala de influencia que ejercieron durante el asedio de Marawi en 2017. Funcionarios militares y policiales filipinos dicen que no ha habido indicios recientes de presencia de combatientes extranjeros en el sur del país.

