Los manifestantes han pedido al Ejecutivo que se retire por la supuesta negligencia que llevó a la explosión del martes. La ira desembocó en escenas violentas en el centro de Beirut el sábado.
El patriarca maronita cristiano Bechara Boutros al-Rai dijo que el gabinete debería renunciar ya que no puede “cambiar la forma en que gobierna”.
“La dimisión de un diputado o de un ministro no es suficiente… todo el Gobierno debería dimitir ya que no puede ayudar al país a recuperarse”, dijo en su sermón del domingo.
La ministra de Información, Manal Abdel Samad, dijo que iba a dimitir el domingo, señalando la explosión y el fracaso del Gobierno para llevar a cabo reformas.
Las protestas del sábado fueron las más grandes desde octubre, cuando miles de personas salieron a las calles para exigir el fin de la corrupción, el mal gobierno y la mala gestión.
Alrededor de 10.000 personas se reunieron en la Plaza de los Mártires, que se transformó en una zona de batalla por la noche entre la policía y los manifestantes, que trataron de romper una barrera en una calle que conducía al Parlamento. Algunos manifestantes irrumpieron en los ministerios y en la Asociación de Bancos Libaneses.(Reuters)