Durante los primeros meses del año fueron confirmados los primeros casos y el 24 de abril pasado el Ministerio de Salud ya emitió una alerta debido a una seguidilla de infecciones que le dieron al escenario característica de brote. La enfermedad en cuestión es la listeriosis, de transmisión alimentaria y causada por la bacteria Listeria monocytogenes, que se encuentra en el agua y en el suelo. Ahora comprobaron que todo el episodio se debió al consumo de un queso.
“Es la primera vez que se puede establecer en la Argentina un nexo entre casos humanos de listeriosis y una fuente común comprobada por análisis genómicos”, dice el informe emitido por el Ministerio de Salud de la Nación. Si bien esta enfermedad suele ser leve en personas sanas, puede provocar casos graves y potencialmente mortales en embarazadas, bebés, personas mayores y aquellas con sistemas inmunitarios debilitados.
El informe oficial indica que si bien es una enfermedad relativamente rara (0,1 a 10 casos anuales por millón de personas, según el país o región en base a datos de la Organización Panamericana de la Salud), es una de las infecciones alimentarias más violentas y “presenta una alta tasa de mortalidad, lo que la convierte en un importante problema de salud pública”.