Cuba ha enviado 1 500 médicos a varios países del mundo para colaborar con los esfuerzos locales y atender a los afectados por el covid-19.
Y si bien los médicos cubanos “enviados a responder a la pandemia del covid-19 ofrecen valiosos servicios a numerosas comunidades”, lo hacen “a costa de sus libertades más básicas”. Así lo sostiene José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), en un informe publicado este 23 de junio del 2020 en el que se afirma que las medidas draconianas impuestas por la Isla a las misiones sanitarias vulneran sus derechos fundamentales.
La organización exhorta a los gobiernos que han solicitado la asistencia de las misiones cubanas que “exijan a las autoridades que reformen las leyes y reglamentos aplicables que vulneren, entre otros, los derechos a la privacidad, la libertad, la libertad de expresión y asociación, y el libre movimiento”.
En cuatro páginas, HRW detalla la normativa vigente en la isla, las sanciones y las restricciones que tienen no solamente los 1 500 médicos llamados para esta pandemia, sino también a los 30 000 trabajadores sanitarios que ha desplegado el Gobierno cubano desde antes de la pandemia.
Es una práctica que comenzó con la misión a Argelia en 1963. Hasta el presente, La Habana ha enviado 400 000 médicos a 164 países .