El mercado financiero continuó con la presión sobre el dólar y la cotización minorista cerró julio a $1.380, en medio de la baja de oferta por la caída en la liquidación de divisas por parte del sector agroindustrial, sumado a una mayor demanda dolarizadora en un contexto pre-electoral por parte de los ahorristas. Los analistas no descartan que la divisa norteamericana toque el techo de la banda en el corto plazo.
“Las cotizaciones están aceleradas en un contexto en el cuál, el dólar parece no tener freno, el futuro a diciembre cotiza por encima de techo de banda, las tasas están fuertemente por encima de la inflación y en un trimestre dónde las exportaciones son realmente menores al anterior. Los próximos días serán de tensión donde podrá tocar el techo, podría haber intervención, pero la clave pasa por si se logra anclar expectativas. Si esto sucede, el dólar podría volver a $1.300 pero sino podría situarse en torno a los $1.400. Eso va a definir el dólar de agosto”, explicó a PERFIL el economista Federico Glustein.
“El mercado está mucho más sensible y cualquier señal, ya sea política, económica o externa, dispara movimientos. La banda cambiaria funciona más como una referencia técnica que como un límite real, pero lo cierto es que hoy el dólar está más cerca del techo que del piso”, comentó a este medio Leo Anzalone, economista y director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (Cepec).
Y agregó: “Aun así, no vemos probable que lo toque. Los mercados con tipo de cambio flexible suelen gravitar hacia el centro. Lo que sí se está viendo es una dinámica donde el dólar se recalienta, el Gobierno interviene y el precio corrige levemente, pero sin resolver del todo la tensión. Ese ida y vuelta va a seguir mientras no aparezca un ancla creíble de expectativas. Hay que ver cómo actúa ahí la revisión del FMI”.