El Bitcoin está entrando en una nueva etapa. Está pasando de la adolescencia a la madurez. Ya la regulación no se ve como un ataque, sino como una necesidad para el bien de todos. Bitcoin quiere jugar con las reglas del mercado y demostrar que puede ser una alternativa viable al sistema financiero tradicional.
Claro que no solo los entusiastas de Bitcoin están de fiesta. También los inversores de otros mercados están optimistas sobre el futuro. ¿Por qué? Porque esperan que el 2024 sea un año de cambios en la política monetaria. Según ellos, la inflación alcanzará la meta del 2% y la economía estará libre de problemas y recesión. Entonces, los bancos centrales dejarán de ser tan restrictivos y se volverán más flexibles. Esto significa que habrá más dinero disponible para invertir y gastar.