Llevaba un atuendo debajo de otro, diseño de Brandon Maxwell.
Enfundada en un voluptuoso vestido fucsia, de gran cola que debían sostener varios asistentes, realizó una especie de streaptease en la que primero se quitó lo que parecía un vestido pero funcionaba como capa. Se desató el moño del escote y al abrir la prenda mostró que en realidad traía debajo otro vestido. Negro, de volumen lateral (similar al miriñaque que eligió lucir en la gala de los Premios Oscar), con escote strapless. Jugó con una sombrilla y ganó una lluvia de flashes.
Pero no era lo último, debajo del vestido negro llevaba otro -ceñido al cuerpo- fucsia, al que le agregaron breteles sus estilistas. Se puso gafas y posó con un aparatoso teléfono celular de los antiguos.
también se quitó éste y quedó en ropa interior, media negras, botas de caña corta y taco alto. Entonces, llevó un carrito con espumantes y sombreros.