El Gobierno del presidente Jair Bolsonaro autorizó hoy a la farmacéutica estadounidense Pfizer en conjunto con la alemana BioNTech a realizar en voluntarios brasileños la prueba de una vacuna contra el coronavirus, mientras a nivel de la gestión sanitaria continúa subestimando los riesgos de la pandemia.
Brasil es el segundo país del mundo más golpeado por el coronavirus y, en las últimas 24 horas, registró 1.367 muertes y 41.008 casos, lo que elevó el total de fallecimientos a 81.487 y a 2.159.654 el número de contagiados, según el informe oficial de hoy.
Para San Pablo, el epicentro de la pandemia, es el peor día de las últimas cuatro semanas y el estado se acerca a las 20.000 muertes.
San Pablo está registrando un efecto de contagio en el interior del estado, el más poblado de Brasil con 46 millones de personas, luego de haber abierto comercios, restaurantes y bares en la capital y en la región metropolitana.
En paralelo, los tres estados del Sur -Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul- están transitando una curva de contagios ascendente, así como las regiones del Centro y Oeste del país.
En ese contexto, Bolsonaro autorizó las pruebas de las empresas estadounidense y alemana.
Esta decisión se suma a los ensayos iniciados hoy en la ciudad de San Pablo con la primera aplicación de la CoronaVac, de la farmacéutica privada china Sinovac Biotech, en una médica de 27 años, y otros que se realizan con la llamada vacuna de la Universidad de Oxford en sociedad con el laboratorio británico AstraZeneca.
La luz verde a la estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech fue publicada en el Diario Oficial de la Unión por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
Anvisa ya había autorizado los ensayos a 9.000 brasileños de la vacuna de Sinovac, en virtud de un acuerdo entre la empresa y el estado de San Pablo para que la desarrolle el laboratorio público Instituto Butantan, la mayor fábrica estatal de vacunas de América Latina.
El otro ya está en marcha entre la Universidad de Oxford-AstraZeneca con la Universidad Federal de San Pablo (Unifesp), en virtud de un acuerdo con el ministro de Salud brasileño, general Eduardo Pazuello, patrocinado por la embajada del Reino Unido en Brasilia.(Telam)