El asesinato del policía federal Juan Pablo Roldán abrió una instancia de análisis político en el Gobierno porteño respecto de la posibilidad de comprar una partida de armas no letales Taser para utilizar en situaciones puntuales de violencia callejera.
Horacio Rodríguez Larreta, jefe del Gobierno de la Ciudad, evaluó junto a su vicejefe Diego Santilli la necesidad de avanzar con nuevas medidas de seguridad, y en ese contexto no descartaron adquirir pistolas Taser frente a los hechos que sucedieron ayer frente al Museo Malba.
En este sentido, el ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, fue categórico: “Esta tragedia se podría haber evitado con una pistola Taser”.
En el gobierno nacional dicen que esta vez no pondrán reparos.
Es decir: es poco probable que la Casa Rosada interponga alguna acción judicial para frenar la decisión de Rodríguez Larreta de comprar pistolas no letales para prevenir hechos delictivos. Sin embargo, por ahora todo es prematuro. El jefe de Gobierno porteño abrió un compás de espera antes de tomar una decisión política que implicará nuevas diferencias con la agenda de seguridad que exhibe la ministra Sabina Frederic. ( Infobae)