La historiografía coincide en que Juan José Castelli, “el orador de la Revolución de Mayo”, escribió antes de su muerte prematura por un cáncer de lengua, “si ves al futuro, dile que no venga”. Fue en 1812, pero la frase se adapta perfectamente al estado de ánimo que, en el presente, atraviesa a las dos principales fuerzas en disputa, el gobierno libertario y la oposición peronista.
La definición de la encrucijada que enfrenta la Argentina en estas elecciones la dio anoche Donald Trump en el Air Force One. “La Argentina está luchando por su vida. Nada los está beneficiando ¿Entiendes lo que significa? No tienen dinero, no tienen nada, están luchando duro por sobrevivir”, dijo.
Pero describió la mirada que tienen sobre el presente en Washington. Es una percepción que no es ajena a la que hay en el oficialismo y la oposición en Argentina. Una pelea a todo por nada por ganar, pero sobre todo, por evitar una derrota, que puede ser fatal.
Un síntoma de este estado de cosas fue la súbita reacción de Fuerza Patria a lo que vieron en el simulacro general de este sábado en el Correo Argentino. Con espanto, los apoderados advirtieron que las pantallas preparadas por la Dirección Nacional Electoral iban a mostrar los resultados del país por espacio político. En la simulación, al “peronismo oficial” les contaron los votos de 13 provincias y a La Libertad Avanza, como tiene representación nacional, los obtenidos en los 24 distritos. Apareció la categoría “Argentina”, como en una elección presidencial, según pudo confirmar este cronista en el lugar.

Conocedores de secretos y picardías electorales, el peronismo se puso en alerta y preparó una ofensiva judicial para impedir que el Gobierno pueda mostrar la noche del domingo –los resultados estarán, como es habitual, a partir de las 21– el relato de una victoria sin atenuantes ante el kirchnerismo más duro, verbigracia los kukas.
En el Gobierno confían en que la Cámara Nacional Electoral -a la que recurrirá Fuerza Patria con un escrito que anticipó Infobae– no intervendrá en el escrutinio provisorio, que está a cargo del Poder Ejecutivo y es, meramente, informativo y sin otra validez legal. “Es una trampa. Buscan dar una imagen de victoria exclusivamente para Trump y los mercados”, bramó en diálogo con este medio uno de los dirigentes opositores más encumbrados, que trabajó todo el fin de semana en la letra chica de la ofensiva judicial.
“Si están todos peleados y no hicieron una fuerza nacional, ¿qué culpa tenemos? Vamos a sumar los votos de cada fuerza, como corresponde. Tienen todo el derecho a ir a la Justicia y acataremos lo que se ordene, pero por ahora no hay cambios», aclararon fuentes de la Casa Rosada.