El huracán Melissa se aproximaba este martes a Jamaica como una tormenta catastrófica de categoría 5, la más potente que haya golpeado la isla desde que se tienen registros meteorológicos, hace 174 años. Se espera que toque tierra en las próximas horas y cruce el país de sur a norte, ingresando por la parroquia de St. Elizabeth y saliendo por St. Ann, antes de dirigirse hacia el este de Cuba, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
A primeras horas del martes, el ojo del huracán se ubicaba a unos 180 kilómetros al oeste-suroeste de Kingston, con vientos máximos sostenidos de 280 km/h y un desplazamiento muy lento hacia el norte-noreste. Su ritmo, más pausado que el de una persona caminando, prolonga los efectos devastadores de las lluvias, el viento y la marejada ciclónica, que podría alcanzar hasta cuatro metros en las costas del sur.
“Lo superaremos juntos”, declaró Evan Thompson, director del servicio meteorológico jamaicano. Sin embargo, el primer ministro, Andrew Holness, advirtió sobre la magnitud del desastre inminente: “No hay infraestructura en la región que pueda resistir una categoría 5. La verdadera pregunta será la velocidad de recuperación”.
Preparativos y miedo
Horas antes del impacto, ya se registraban deslizamientos de tierra, árboles caídos y cortes de energía. Las autoridades alertaron que la limpieza y la evaluación de daños serán lentas. En los hospitales costeros, algunos pacientes fueron trasladados a pisos superiores ante la amenaza de inundaciones. “Esperamos que eso sea suficiente para cualquier marejada que ocurra”, señaló el ministro de Salud, Christopher Tufton.

