El presidente Alexander Lukashenko viajó a Rusia el lunes para pedir a Vladimir Putin, más apoyo, ya que la represión de la oposición en Bielorrusia no mostró signos de disipar las protestas contra uno de los aliados más cercanos de Moscú.
Los medios estatales bielorrusos mostraron a Lukashenko desembarcando de su avión en el balneario de Sochi, en el Mar Negro, donde el presidente ruso suele recibir a dignatarios visitantes. Las agencias de noticias rusas informaron que las conversaciones comenzaron poco después.
Más de 100.000 personas desafiaron a las cada vez más agresivas fuerzas de seguridad bielorrusas el domingo para salir a las calles por quinto fin de semana consecutivo, exigiendo que Lukashenko renunciara y burlándose de él con cánticos de «¡Eres una rata!»
Lukashenko, en el poder durante 26 años, califica las manifestaciones de un complot occidental y ha puesto su destino en manos de Moscú, solicitando apoyo económico y ayuda militar.
La oposición dice que teme que Lukashenko pueda intentar vender la independencia de Bielorrusia por el apoyo de Putin. Sviatlana Tsikhanouskaya, la candidata de la oposición cuyos partidarios dicen que ella fue la verdadera ganadora de las elecciones, dijo que ningún acuerdo alcanzado por Lukashenko con Putin sería válido. (Reuters)