pesar de una intensa presión de la comunidad internacional, una jornada electoral que había sido vista como un momento bisagra en la historia de Venezuela ante la posibilidad real de un cambio que acabara con 25 años de chavismo culminó con el régimen de Nicolás Maduro adjudicándose el triunfo ante el candidato de la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Edmundo González Urrutia, que denunció un fraude.
“No pudieron con las sanciones, no pudieron con las agresiones, no pudieron con las amenazas y no podrán jamás con la dignidad del pueblo de Venezuela”, dijo Maduro luego de ser proclamado ganador de las elecciones. “El fascismo en Venezuela, la tierra de Bolivar y Chavez no pasará, ni hoy ni nunca”, agregó.
En lo que muchos venezolanos veían como una “última oportunidad” para patear el tablero y negarle la continuidad en el poder al chavismo, las elecciones de Venezuela dieron paso a un escenario de incertidumbre en el que se desconoce el accionar que adoptaría el gobierno ante una sociedad movilizada por lo oposición para defender la voluntad popular en las calles. Con Maduro por al menos seis años más en el poder, el autoritarismo del régimen que ya ha dejado más de 300 presos políticos en esta campaña electoral se fortalece, en un país que quedará aún más aislado del mundo tras reiterados llamados de la comunidad internacional a respetar la decisión de los votantes e inmediatos descréditos del resultado.