Wallace, quien es el único piloto negro en el circuito superior de NASCAR, ha sido muy abierto en las últimas semanas sobre el movimiento Black Lives Matter y las protestas correspondientes. Incluso pidió a NASCAR que prohibiera la bandera confederada, lo que ocurrió el 10 de junio.
“Estamos enojados e indignados, y no podemos decir con la suficiente firmeza la seriedad con la que tomamos este acto atroz”, decía el comunicado de NASCAR. “Hemos iniciado una investigación inmediata y haremos todo lo posible para identificar a las personas responsables y eliminarlos del deporte”.
La organización de carreras también dijo que el incidente “solo fortalece nuestra determinación de hacer que el deporte sea abierto y le dé la bienvenida a todos”.
El domingo, Wallace dijo en Twitter que el “acto despreciable” lo dejó “increíblemente entristecido y sirve como un doloroso recordatorio de cuánto más tenemos que avanzar como sociedad y cuán persistentes debemos ser en la lucha contra el racismo”