En plena guerra entre el Gobierno y la Universidad de Buenos Aires (UBA) por el financiamiento de la principal casa de altos estudios del país, la institución decidió avanzar con una acción que es a la vez una ayuda a la comunidad contra el dengue y un mensaje en clave -voluntario o involuntario- al presidente Javier Milei.
En vísperas de la epidemia de dengue -cuando todavía hay sólo un caso autóctono registrado en la Ciudad de Buenos Aires-, la UBA decidió repartir repelente gratuito durante dos días: este jueves 14 de noviembre y el sábado 16, en ambos casos a las 11 de la mañana.
La actividad se realizará en Plaza Houssay -Córdoba entre Uriburu y Junín- y forma parte de una actividad de concientización y prevención contra el dengue. Se ofrecerán charlas gratuitas y se entregarán (con previa reserva a través de un mensaje al Whatsapp la línea 11 3758-9941) repelentes elaborados en un trabajo conjunto entre la Facultad de Medicina y la Facultad de Farmacia y Bioquímica. El repelente es producido por la cátedra de Tecnología Farmacéutica 1.
El anuncio de la acción se conoció el mismo día que el ministro de Salud, Mario Lugones, encabezó una reunión de seguimiento del dengue y se anunció “la incorporación al tablero dinámico de la información relativa a la producción nacional y a la importación de repelentes. Esto permitirá hacer un seguimiento y monitoreo de su disponibilidad en todo el territorio”.
La producción pública de repelente para que la población tenga mayor acceso existe en distritos del país, como la provincia de Buenos Aires y la de Santa Fe. Ahora se ha sumado la UBA, que viene teniendo una larga pelea con el Gobierno por las auditorías. Y lo hace para tratar de saldar una cuenta que al menos en la último temporada de dengue quedó en rojo: góndolas vacías de repelente.
No es la primera vez que el Gobierno atraviesa una situación en la que un “enemigo” político termina colaborando en pos del bien común y llevando adelante acciones de salud pública que en principio podría pensarse que le corresponden a un Estado rector.
Ejemplo de ello es también la iniciativa que en los últimos días llevó adelante el otrora acusado por el oficialismo Claudio Belocopitt, ex presidente de la Unión Argentina de Salud y dueño de Swiss Medical, con una campaña con influencers en redes sociales para combatir la automedicación y el autodiagnóstico de enfermedades.Clarin