La escritora que demandó a Donald Trump por supuestamente haberla violado hace casi 30 años dijo hoy a los miembros del jurado en un juicio civil que el expresidente de Estados Unidos la agredió sexualmente y la difamó mintiendo sobre ello.
”Estoy aquí porque Donald Trump me violó, y cuando escribí sobre ello, mintió y dijo que no había ocurrido”, dijo E. Jean Carroll en el tribunal federal de Manhattan. “Mintió y destrozó mi reputación, y estoy aquí para intentar recuperar mi vida”, afirmó.
Carroll, de 79 años, excolumnista de consejos de la revista Elle, busca una compensación no especificada por daños de Trump, de 76 años, quien lidera a los aspirantes a la nominación presidencial del Partido Republicano en la campaña de 2024.
La demanda se refiere a un supuesto encuentro en un probador de los grandes almacenes Bergdorf Goodman a finales de 1995 o principios de 1996, en el que, según ella, Trump la violó hasta que pudo huir.
Carroll ha demandado a Trump por difamación después de que él negó su acusación de violación en una publicación en octubre en su plataforma Truth Social, en la que afirmaba que no la conocía, que no era su “tipo” y que ella lo había inventado para vender sus memorias.
También ha presentado una demanda al amparo de la Ley de Supervivientes Adultos de Nueva York, que permite a los adultos demandar a sus presuntos agresores mucho después de que hayan prescrito los delitos.
En Bergdorf, Carroll recordó que estaba saliendo de la tienda cuando Trump la reconoció y le levantó la mano, incitándola a detenerse. Carroll dijo que ella y Trump se dedicaron a bromear, describiendo su tono como “jocoso”, con el empresario tratando de comprar lencería para otra mujer.
Según Carroll, Trump le pidió que se probara una prenda de lencería y ella bromeó diciéndole que se la probara él. Luego, Trump la condujo a un probador abierto, cerró la puerta, la empujó contra la pared y le bajó las medias.
Al principio, Carroll pensó que ayudar a Trump a comprar ropa interior femenina en una tienda lujosa sería simplemente “un incidente divertido en Nueva York”. Incluso cuando el entonces empresario la invitó a pasar al probador cuando ambos se desafiaron a probarse un mono transparente, Carroll imaginó que sería algo similar a un guion que había escrito para el programa cómico Saturday Night Live. “Pero a los pocos minutos mi única razón para estar viva era salir de ese cuarto”, declaró la escritora.