Con el juego llegando a su mitad, y después de un extenuante día en el que los jugadores compitieron por la casa, el teléfono rojo volvió a sonar en Gran Hermano. Pero lejos de un beneficio o castigo para una eventual gala de nominación, el reality tuvo un inesperado giro y obligó a un hermanito a abandonar inmediatamente la casa.
Después de estar más de 9 horas parados, en el marco de la competencia por la casa, todos los participantes del reality vivían una tarde agotadora. Fue en ese momento que un ‘ring’ se escuchó en toda la casa. Con la mayoría de los jugadores fatigados por la prueba, la única en reaccionar fue Agostina, quien esperaba conseguir un beneficio por parte del ‘Big’.
Pero la ilusión de la policía se desplomó hasta el piso cuando escuchó que la voz de Gran Hermano dijo: “Agostina, tenés que abandonar la casa”. Así, sin vueltas, la última líder del juego dejó el lugar y cruzó la puerta. El resto de los hermanitos quedaron todos impactados con la determinación del juego y por la velocidad con la que se había producido. Inmediatamente, todos comenzaron a elaborar conjeturas.
Luego, la cámara mostró a la policía con los ojos vendados, sentada en una habitación. Frente a ella, Santiago del Moro apareció en el televisor y le dijo: “Agos, hablá bajito por favor. Disfrutá porque esto no es una maldición, lo ganaste. Este es un juego, ese teléfono sonó, lo atendiste y vas a poder disfrutar esta noche sin que la casa sepa que estás ahí, a metros de ellos”.
Con el rímel corrido por las lágrimas, la chica no dejaba de sorprenderse. Pero el conductor aún no había contado el mejor de todos los beneficios: “Vas a disfrutar de todos los lujos. Tenes comida riquísima, bebida, películas para ver y además, vas a poder ver la casa sin vos. Vas a observar tu vida, tu casa, sin vos ahí. Va a ser de mucha utilidad para vos, y mañana, a la hora de competir por la casa, te voy a volver a presentar. Te vas a reencontrar con tus compañeros. Tenés 24 horas para descansar, disfrutar y observar cómo es el juego desde afuera”. Shockeada, y en una mezcla de emociones, la jugadora respondió: “No lo puedo creer, me asusté muchísimo, una angustia. Esta cama es lo más, hay pan, rogel, pan, mate. Como me asusté, pensé que me iba”.