LONDRES.– “Transpiramos como en el infierno”. Decenas de millones de personas soportaron este domingo una canícula persistente en el hemisferio norte, con temperaturas extremas en Estados Unidos, Europa y Asia, en una nueva ilustración de los efectos del calentamiento global.
Más de 80 millones de personas se despertaron con advertencias oficiales o pronósticos de olas de calor excesivo en los estados del oeste, sur y sudeste de Estados Unidos, donde temperaturas implacables y en algunos casos récord están azotando grandes áreas del país.
En Europa, donde el calentamiento progresa el doble de rápido que la media mundial, según los expertos, varios países acusaron temperaturas extremas.
En Italia, 16 ciudades están en alerta roja, con máximas de hasta 36°C y 37°C.
Pese a ello, unos 15.000 peregrinos y turistas, según la gendarmería vaticana, se congregaron en la Plaza de San Pedro para asistir al mediodía a la tradicional oración del Angelus del papa Francisco.
Entre ellos estaba Franancois Mbemba, un sacerdote congoleño de 29 años que aseguró que en Roma “hace más calor que en África”.
“El calor dura hasta la noche y nos cuesta dormir. Vestidos de color negro, transpiramos como en el infierno”, explicó.
España se encontraba a las puertas de una nueva ola de calor, breve, eso sí, tras haber dejado atrás una semana sofocante cuyas consecuencias se sienten aún en la isla canaria de La Palma, donde un incendio quemó este fin de semana unas 5000 hectáreas y obligó a evacuar a 4000 personas.
La misma isla, frente a la costa noroccidental de África, ya sufrió las consecuencias devastadoras de la erupción de un volcán a fines de 2021.