Los líderes de la Unión Europea participaron de una cumbre extraordinaria con el objetivo de examinar la situación bielorrusa tras las elecciones en las que se proclamó vencedor el actual presidente Alexandr Lukashenko. Según la canciller alemana Angela Merkel, «las elecciones no fueron ni justas ni libres».
El presidente de Bielorrusia, Alexandre Lukashenko, ordenó poco antes que se refuercen las fronteras y se impidan los disturbios, en el undécimo día de protestas de la oposición, que tampoco acepta los resultados de las elecciones del 9 de agosto. «No debe haber ningún disturbio más en Minsk. La gente está cansada y pide paz y tranquilidad», dijo según declaraciones difundidas por la agencia oficial de prensa Belta.