El 6 de noviembre, las sucursales bancarias en Argentina no abrirán sus puertas. La jornada representa un feriado exclusivo del sector financiero y afecta a millones de usuarios que, durante esa fecha, deberán utilizar canales digitales o entidades comerciales para realizar pagos, transferencias y extracciones de dinero. La medida forma parte de una tradición sindical de larga data y tiene impacto en todo el país, tanto en bancos públicos como privados.
Por qué no hay bancos el 6 de noviembre
El Día del Bancario obliga al cierre de todas las sucursales bancarias en Argentina cada 6 de noviembre. Este feriado, reconocido por convenio colectivo, otorga a los empleados bancarios descanso en todo el territorio nacional. Aunque la atención presencial se suspende, los canales digitales y cajeros automáticos continúan operativos, permitiendo que los usuarios resuelvan operaciones esenciales sin inconvenientes.
La disposición surge del artículo 50 del convenio colectivo, que define: “Institúyese como Día del Bancario el 6 de noviembre de cada año, rigiendo para esa fecha las normas establecidas para los feriados nacionales”. La norma abarca todas las entidades, sin importar jurisdicción o tipo de banco. Por este motivo, millones de clientes deben anticipar o reprogramar depósitos, extracciones o trámites que necesiten intervención directa del personal.

