Los recientes datos anuales del Indice de Precios al Consumidor (IPC) muestran que los fideos subieron un 144% interanual, superando la inflación promedio del año, que fue del 94,8%. En cambio, la carne picada aumentó un 40% en el mismo período. Los hogares que ahorraron en pastas preservaron mejor su dinero que quienes confiaron en los productos vacunos. Las pastas se encarecieron casi un 50% más que la inflación promedio. Con la carne pasó al revés, subió casi 50% menos que el promedio del IPC.
Medio kilo de fideos secos tipos guiseros se vendía a $ 78,44 en diciembre de 2021, según el Indec. Ese mismo producto alcanzó los $ 191,91 en diciembre de 2022. La suba interanual es del 144%. En cambio, un kilo de carne picada común estaba a $ 507,32 en diciembre 2021 y se fue a $ 698,77 en diciembre de 2022.