Sergio Massa habló con los técnicos que siguen el “caso argentino” en el FMI para adelantarles la medida. Sobre todo para que no se interprete como un desvío del acuerdo en curso. Desde ambos lados coincidieron que la medida aislada no tendrá efectos por sí sola, pero que puede resultar positiva en el marco de un plan más profundo vinculado al futuro de la política cambiaria.
El ministro de Economía lo planteó en un posteo en redes sociales, cuando no había hecho mención alguna en el anuncio grabado. “Tenemos por delante el desafío de trabajar en la disminución de la brecha y el ordenamiento de los tipos de cambio”, aseguró Massa en twitter.
De esta forma, dejó más que claro que detrás del nuevo esquema de recompra de deuda existe en realidad una intención vinculada a la administración del tipo de cambio. En cambio, en su presentación por video había enfatizado solo la necesidad de bajar el riesgo país y procurar que el país recupere acceso al financiamiento en moneda dura en los mercados internacionales.
Un efecto mucho más inmediato se consiguió a la hora de controlar a los distintos dólares financieros. El impacto de volcar paulatinamente USD 1.000 millones para la recompra de bonos implica que habrá una fuente constante de oferta de divisas en el mercado, suficientemente amplia como para mantener a raya al dólar MEP.
De hecho ayer este dólar financiero, que es la forma legal que tienen público y empresas para dolarizarse pero también para vender divisas, se mantuvo muy estable y cerró a $ 340. Esta mayor estabilidad también se vio en el dólar libre, aunque bajó solo un peso desde $ 378 a $ 377. ( Infobae)