Nagasaki conmemora los 75 años de la segunda bomba atómica, lanzada por Estados Unidos tres días después de la de Hiroshima para forzar la rendición del país en la Segunda Guerra Mundial.
El alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, aprovechando la presencia del primer ministro nipón, instó al Gobierno a que ratifique el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe se limitó a reiterar su compromiso por un mundo sin armas nucleares:
«Las tragedias de Hiroshima y Nagasaki no deben repetirse jamás. Japón tiene la misión de avanzar hacia un mundo sin armas nucleares», declaró.
Japón ha suscrito el Tratado para la No Proliferación Nuclear, pero aún no ha firmado el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares firmado por 122 Estados miembros de la ONU en 2017. Solo faltan siete para llegar a los 50 países necesarios para que entre en vigor.
Nagasaki recuerda a los 70.000 muertos que dejó la bomba y a los «hibakusha», como se conoce a los supervivientes de la bomba que luchan contra el olvido.(Euronews)