El actor fue víctima de violencia policial y discriminación al ser abordado por una agente de la Policía de a Ciudad que, de manera atropellada, lo frenó para interrogarlo cuando, pasadas las 18.30 del miércoles, estaba a punto de pasar el molinete de la línea B de subte, en la estación Dorrego.
«Dame el documento, dame el documento», lo increpó la oficial y se lo arrebató de las manos sin su consentimiento para escanear sus datos. Así empezó la inesperada pesadilla del intérprete que salía de una entrevista e iba camino a un ensayo, de cara a los estreno de «El Bululú», en el Metropolitan; y «Pedro y el Lobo», en el Colón.
«No sé cuánto tiempo duró, pero fue una eternidad. Miles de veces me pararon para pedirme el documento. Es horrible decirlo, pero estoy acostumbrado, es por portación de cara. Y pensé que esta vez sería una más… De hecho, cuando me avasalló la mujer policía, yo estaba hablando con mi mujer, que se encontraba en el exterior y cuando le dije el motivo por el que tenía que cortar se sonrió, creyendo que otra vez que me pedían el DNI», relata Guzmán a Clarín.
Pero cuando se despidió de su mujer, no imaginó lo que vendría. «Tuve miedo, me paralicé y en un momento no podía hablar porque sentía que tenía los labios pegados», describe, todavía en shock.
«Las noches del miércoles y del jueves no las pude dormir. Estaba asustado porque, por un lado, la cabeza no paraba y, por otro, sentía la cara adormecida del golpe que me dio con la macana (tonfa), el palito de las ideologías, como decía Mafalda. Me pegó en el cráneo, detrás de la oreja, y tenía un dolor fuerte en la quijada. Pensé en lo peor, en que no iba a poder seguir actuando… esos temores que le vienen a los actores», comparte el artista, que fue al Hospital Italiano, donde le hicieron placas que descartaron cualquier fractura.
No quería divulgar lo sucedido, fiel a su discreción, pero a la vez sentía que estar contenido lo llenaba de reacciones psicosomáticas: «En un momento me vi que tenía dos moretones en el pecho. Después, me costaba mover la boca porque sentía molestias en la quijada. Hasta que me decidí a hacer un video contando lo vivido y lo publiqué el viernes.» Las imágenes se viralizaron y los mensajes de apoyo y solidaridad de sus colegas le colapsaron su teléfono. «Escupir todo me ayudó, me descomprimió… Y llorar, llorar mucho me permitió descansar un poco más«, reconoce.
En tanto, desde la Policía de la Cuidad le dijeron a Clarín que «el Ministerio de Seguridad inició un sumario interno para establecer responsabilidades sobre el hecho sucedido el pasado miércoles. Luego del hecho, Guzmán realizó una llamada al 911 donde relató lo sucedido y generó la actuación de la Oficina de Asuntos Internos y la intervención de la Fiscalía N° 5. El titular de la oficina de Asuntos Internos de la Policía de la Ciudad se comunicó con Guzmán para que radique formalmente la denuncia».
Por su parte, el actor remarca: «Lo mío fue una declaración, pero no radiqué la denuncia ni lo voy a hacer. No quiero que la sancionen ¿Qué pasaría si me la volviera a cruzar? «La invitaría al teatro, le diría que ese del escenario soy yo, que la actuación es mi realidad… Creo que no habría mejor carta de presentación.»