Otro golpazo. Demasiado duro. Cuando todavía estaba demasiado fresco el mazazo del 26 de febrero. En Mar del Plata, ante una multitud que quedó estupefacta, Argentina perdió con Dominicana y se quedó afuera de un Mundial luego de 41 años. Un impacto bravo para un país que hace cuatro años había sido subcampeón mundial… A esta camada le quedaba este torneo, lograr el único boleto para los repechajes olímpicos del año que viene… Para eso se logró la sede y se decidió Santiago del Estero. Pero al equipo nacional le creció un enano. Llegó Bahamas, con sus tres NBA y otro impacto ahora hay que asimilar. Sin Mundial y sin Juego Olímpico, el básquet argentino debe replantearse muchas cosas. Más allá de este resultado. Porque esto que le pasa a la Selección es parte de una crisis general que no viene de hace meses…
Otro golpe para el básquet argentino: la Selección perdió ante Bahamas y se quedó sin Juegos Olímpicos
A diferencia de lo que pasó en Mardel, hace seis meses, el equipo respondió en general. Tuvo corazón, temple, carácter, acertó en el plan y pudo ejecutarlo ante un rival que le había ganado cuatro días antes. El equipo terminó haciendo el mejor partido del torneo, en el partido más duro y ante el adversario más exigente. Y cuando más presión había. Pero no alcanzó. Por mérito de Bahamas -y un cierre épico de Gordon- y, claro, también errores propios. Campazzo, Deck y Delfino tiraron del carro, pero las ausencias (Laprovittola, Delía y Bolmaro) y algunos rendimientos por debajo dejaron al equipo sin nada.

