Perú estaba este domingo in presidente tras la renuncia de Manuel Merino en medio de protestas cinco días después de asumir el poder, y sin titular del Congreso que quedó descabezado por la dimisión de los miembros de su directiva.
La renuncia de Merino desató una celebración en las calles peruanas tras varias jornadas de protestas duramente reprimidas por la policía, en las que hubo dos muertos y un centenar de heridos.
Unas horas después renunció la junta directiva del Congreso, encabezada por Luis Valdez, lo que dejó temporalmente al país andino sin autoridades de los poderes ejecutivo y legislativo.
Por la noche, el Congreso no se puso de acuerdo para elegir como nueva presidenta de Perú a la legisladora izquierdista Rocío Silva Santisteban, quien supuestamente era una candidata de consenso. Silva se hubiera convertido en la primera mujer en llegar a la presidencia peruana.
«El Congreso tenía en sus manos la ruta de solución a esta crisis política que ellos generaron. Sin embargo, hoy le han vuelto a dar la espalda al país», tuiteó la exministra de Economía de Vizcarra, María Antonieta Alva.
El Congreso debe designar a un nuevo presidente que pacifique el país. Será el tercero en menos de una semana, en una nación muy golpeada por la pandemia del coronavirus y la recesión económica, que se sumió en una crisis política tras la destitución de Vizcarra.
Merino, un centroderechista de 59 años, aseguró que los 18 ministros que él juramentó el jueves seguirán en sus puestos temporalmente, aunque casi todos renunciaron tras la represión del sábado. Este domingo Merino fue denunciado por homicidio y otros delitos, juntos a dos exministros y los jefes de la Policía.
El exmandatario Vizcarra celebró la renuncia del presidente y exhortó al Tribunal Constitucional a pronunciarse sobre su destitución. «Ha salido un dictadorzuelo de palacio», dijo a la prensa.
gs (afp, efe, CNN)