Para repartir el impacto inflacionario, el Gobierno decidió postergar la actualización del impuesto a los combustibles hasta julio próximo.
El impuesto se trasladará a julio próximo y luego el gravamen volverá a actualizarse normalmente, en septiembre y en diciembre, ya que su aplicación es trimestral. El próximo ajuste, que ahora pasa a julio, implicaba más de un peso por cada litro vendido, según cálculos de las petroleras. En lo que va del año los combustibles ya subieron 13,5 por ciento.