Mañana comienzan en la capital de España nuevas restricciones para frenar la segunda ola de contagios de coronavirus en el país y los habitantes de la zona están enojados por la decisión gubernamental por lo que desde ayer protagonizan protestas en rechazo a la política.
Varios distritos de Madrid se manifestaron el sábado y volvieron hoy a las calles para mostrar su repudio a lo que llaman la «discriminación al sur» después de las medidas anunciadas para 37 zonas básicas de la capital y aseguran que otros distritos del centro, con la misma o incluso peor incidencia de la pandemia, no se vieron afectados de igual forma.
Desbordada por el aumento de contagios de Covid-19, la región de Madrid anunció el viernes una severa restricción de movimientos que afecta a unas 850.000 personas, para frenar el rápido avance del brote. Los habitantes de las áreas afectadas, que representan un 13% de la población pero un 25% de los contagios, solo podrán salir de sus barrios para «cuestiones básicas» como trabajar, ir al médico o llevar los niños a la escuela.
Entre las restricciones que entrarán en vigor mañana y afectan a nueve municipios, entre ellos varios barrios humildes del sur de la capital española, se encuentran la reducción del aforo de todos los establecimientos al 50% y el cierre de parques y jardines. A nivel general en toda la región, se limitan las reuniones a un máximo de seis personas.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, indicó en este contexto que si las nuevas medidas no son eficaces, se cerrará Madrid «si es necesario». En una entrevista en el diario ABC, afirmó que las autoridades están dispuestas a analizar «limitar el movimiento a otras zonas básicas de salud». «Tomaremos decisiones de carácter más general para toda la comunidad autónoma», dijo. (La Nación)