lgunas horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, encabezara en la ciudad egipcia de Harm El-Sheikh la firma de una declaración que busca poner fin a la guerra en Medio Oriente, la Casa Blanca compartió el documento completo del texto que fue acompañado por los líderes de Egipto, Qatar y Turquía.
El documento, titulado como “La Declaración Trump por la paz y prosperidad duraderas”, lleva las firmas de Trump; del presidente egipcio, Abdel Fattah Al-Sisi; del jefe de Estado turco, Recep Tayyip Erdogan; y del emir de Qatar, Tamim bin Hamad al-Thani. Resalta que el compromiso adoptado por las naciones se traduce en algo “verdaderamente histórico” que pone fin a “dos años de profundo sufrimiento y pérdida”, en relación a la sangrienta guerra desatada el 7 de octubre de 2023 tras el ataque terrorista de Hamas sobre Israel y la fuerte respuesta del estado israelí, que desató una crisis humanitaria en Gaza.
La declaración sostiene que las naciones firmantes harán todo lo necesario para garantizar la “paz, la seguridad, la estabilidad y las oportunidades para todos los pueblos de la región, incluidos tanto palestinos como israelíes”, entendiendo que “la paz duradera será aquella en la que tanto palestinos como israelíes puedan prosperar con sus derechos humanos fundamentales protegidos, su seguridad garantizada y su dignidad respetada”.
Asimismo, el tratado establece que el “progreso significativo” entre pares solo puede alcanzarse mediante “la cooperación y el diálogo sostenido” y que la intención será respetar la conexión espiritual que tienen las religiones del cristianismo, el islam y el judaísmo, con las tierras sagradas y patrimoniales de Medio Oriente.
“Estamos unidos en nuestra determinación de desmantelar el extremismo y la radicalización en todas sus formas”, enfatiza la declaración. “Ninguna sociedad puede prosperar cuando la violencia y el racismo se normalizan, o cuando ideologías radicales amenazan el tejido de la vida civil”, señala más adelante.
En ese sentido, pide por la detención a tiempo de futuros conflictos, mediando en todos los casos para que se resuelvan con “compromiso diplomático y negociación”. “Las tragedias presenciadas en los últimos dos años deben servir como un recordatorio urgente de que las futuras generaciones merecen algo mejor que los fracasos del pasado”, alude el escrito.